Me desperté hace veintitantos años con más ideas en krisis.
Estamos rotos, rotados, rompidos. Despertamos desde el primer sueño corruptos. Desde que nos ataviábamos con plumas preciosas, con inexplicables ropas que devolvían nuestro reflejo. Desde la primera y después de la última batalla, revolución piadosa y condoliente, y sin embargo secretada por anhelos primeros. Somos tú y eres nosotros, siempre los otros. Saltapatrás, judío, zeta. Rezanderos, recaudadores y protestantes. Cúpulas y ofertas del cuerpo y de la sangre de un héroe proteico.
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