Excepciones

Sin embargo, así como así realizamos acciones que redimen un poco los fallos que tenemos. Hay gente que es la excepción, felizmente sí hay quien se gana estar aquí.

Foto que circula por las redes sociales:

No es mi intención el ser negativa, mirar el vaso medio vacío, pero el ir desencanto tras desencanto no le deja a una otra opción. Una de estas tardes me he convencido de que quizá sea hora de dejar de creer en la gente, dejar de ser tan confiada y aprender el arte de decir No. Pero eso iría en contra de mis ideales (utopías, lo sé), de los propios consejos que le doy a la gente que está a punto de tirar la toalla y junto a ésta la ilusión de que quizá, portándose bien, siendo accesible y buena onda, quienes nos rodean cesen de ponernos el pie para que tropecemos. No porque los demás nos hagan gachadas, nosotros responderemos con las mismas. 

A pesar de todo, no entraré en ese círculo decadente.

Comentarios