Somos humanos todos, con historia de familia, de amigos, con ilusiones, con pasiones parecidas, y sin embargo al caminar por la calle nos vemos como extraños entre nosotros, el otro es un extranjero en su país para nosotros.
Por mi parte, fuera de discursos religiosos, yo te veo a ti como mi hermano y te quiero. No me gusta que me hagas daño, que te aproveches de mí, que me engañes... pero sé que eso es parte no sólo de tu naturaleza sino también de la mía. Vamos a hacer un esfuerzo y no dejarnos llevar por la desesperación, por la ambición, por el odio y el desencanto. Podemos ser positivos y vivir en paz, compartir lo que tenemos. Como canta Jarabe de Palo: Bonito el que tiene, que tiene y que da.
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