"If you can make a girl laugh, you can make her do anything"
Marilyn Monroe
Por lo menos para mí, ningún hombre con pertenencias carísimas, buen trabajo, siglos de estudio, atlético y "hermoso" será más atrayente que un hombre que me sepa hacer reír. No de esos que se aprenden chistes o se burlan de todo para provocar risas (de esos safo) sino de los ocurrentes auténticos.
La mayoría de mis amigos, e incluso mis familiares, creen que soy difícil para aceptar a alguna pareja porque no encuentro a nadie con suficiente cultura, intelecto y conversaciones profundas, pero esos son inventos de ellos. A mí con que me hagan reír, porque de hecho, los que se las dan de intelectuales y filósofos para quedar bien me dan mucha hueva.
Me gustan de esos que hacen reír porque así es más fácil soltarme, ser yo misma en la fasceta que más me agrada, la simple. Qué alivio andar con alguien a quien le puedas decir tus ocurrencias sin pena, hablarle en el tono en el que me platico a mí misma.
En cuanto a la risa, entre más natural nazca, mejor. Es insoportable tener que reír o sonreírle a alguien forzadamente, por lo menos a mí hay veces en las que me tiembla la boca o la quijada de lo forzado del asunto.
Ya para cerrar porque igual se me cierran los ojos, esta foto, ejemplo de una risa fingida:
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