Al principio de la carrera leí esta novela de Benedetti, y hace algunos 2 años vi parte de la adaptación al cine que hicieron en México. Hoy acabo de terminar de leer de nuevo la novela (hay que ayudar a la memoria, la infeliz no puede sola) y se me antojó ver la película.
Sobre esta experiencia de releer La tregua, puedo decir que ha servido como un bálsamo para el estrés de mis días extraños a pesar de que reconozco en el fastidio de Martín Santomé el mío, quizá el de todos.
Lo que me desesperó un poco fue el no poder crear a mis propios personajes físicamente, porque el recuerdo de Gonzalo Vega y Adriana Fonseca vistió el cuerpo de mi Martín y mi Avellaneda. Qué coraje. Es como esas veces que compras una novela y en la portada viene la imagen de los personajes. Te lo echan todo a perder, así no vale.
Ahora me quedo con ganas de ver la película mexicana. Es como un círculo que tiene que ser cerrado: si hay película del libro no se puede escapar de la curiosidad por ver cómo fue que tal o cual director imaginó lo mismo que tú leíste.
Especifico que la mexicana porque hay una versión argentina. La mexicana es de 2003 y la argentina de 1974 si no me equivoco. No sé, quizá vea la argentina porque la nacional no la encuentro por ningún lado; después de todo será más interesante acostumbrarme a otros personajes, porque a Vega y Fonseca ya los tuve mucho tiempo en mi mente.
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