Primera crisis del año


Hay días como hoy en los que no entiendo por qué elegí esta vida. ¿Por qué letras? Por qué en lugar de ser una niña solitaria que huía, tal cual, a la libreta para escribir cuentos de fantasmas, no habré sido buena para las cuentas, para los discursos políticos, para peinar gente.

Ahora que recuerdo, cuando tenía algunos 5 años, mi sueño era ser estilista. Ya me veía peinando señoras, cortando cabello en mil formas, rociando agua y esparciendo talco por el cuello de la gente. Yo quería ser estilista, pero sucedió que jamás fui buena ni para peinarme a mí misma. 

Ahshhshs me hartan estos de Bancomer mandándome mensajitos para convencerme de que saque tarjeta de crédito con ellos. ¡¡Que no quiero, coño!! 
Estoy imposible de nuevo.
Perdón por el paréntesis no anunciado.

Hay veces en las que me cansa el ambiente artístico. Yo ni soy artista, pero tengo que hablar con los que sí, o por lo menos con los que se creen artistas. Lo que más me pone de malas son los discursos sobre lo imprescindible que es la literatura, sobre lo maravillosa que es, lo gentil, lo amena, lo mágica, lo insistituible, la caverna alfombrada y con osos como mariposas que es. Estoy imposible, y cuando Krisis está así, puede llegar a odiar lo que ama. La menopausia llega antes de que el negocio abra la puerta o qué pasa.

Hoy es uno de esos días en los que soy capaz de quemar los dibujos que tanto me costó hacer, eliminar mi cuenta en alguna red social, borrar los archivos de mis proyectos, decir que quiero cambiar de giro, echarme un morral al hombro y salir a vagar por las calles sin destino. Generalmente me pasa por las noches, pero esta tarde es la tarde de Krish quejica. Me pongo insoportable cuando este algo me pasa.

Por ahora sólo resta alejarme de las cosas y las personas que quiero, porque soy capaz de dejar todo, de dejarme. Creo que éste es mi más grande defecto, mis ataques de pánico. La vida me da pánico cuando pienso en ella, cuando me reconozco dentro.

Voy a salir y espero no toparme con nadie conocido, sólo hay que tomar un poco de aire y encontrar la forma de volver.

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