Mártires (Martyrs)




Francia, 2008. Guión y dirección: Pascal Laugier.

Protagonistas: Mylène Jampanoï, Morjana Alaoui.
Género: Terror | Gore.


Con un excelente guión, Mártires nos cuenta una historia que en realidad podrían ser tres en los 97 minutos que dura. La primera es la de Lucie, quien se encuentra en medio de una especie de trauma post-traumático y el acoso de un ente psicópata. Ella, tras escapar de un infierno, conoce a Anna, otra niña maltratada, con quien en los próximos 15 años comparte una complicidad y un lazo inquebrantable. Anna, a fin de conocer cuáles son los monstruos que atormentan a su amiga, acompaña a Lucie más allá del día de su venganza, cuando encuentra a la familia que supuestamente la había tenido encerrada, torturándola. Lo que viene después es una tercera historia que da sustento a toda la sangre y toda la brutalidad que vemos en pantalla, y que vivimos interiormente: el descubrimiento de un grupo de personas que cree fielmente que sólo los mártires (que en griego significa "testigos") podrán comunicarles, tras varias etapas que tendrán que superar, el misterio de ¿qué hay después de la muerte?


¿Por qué es una "película maldita"? 
Por el nivel de violencia. Mucha sangre, golpizas, maltratos, vejaciones, etcétera.

Lo mejore de la película (sólo lo podrás leer si subrayas el siguiente párrafo, pues está en letras blancas para que estorbe menos a quien aún la ve):

Inicia spoiler:
Son tres escenas que me parecieron muy buenas, fundamentales para la historia. La primera es cuando Anna besa a Lucie (aunque es rechazada). Se descubre por qué Anna ha seguido tan lejos al lado de su amiga, a pesar de que se convirtió en una asesina: está enamorada de ella.
La segunda escena que me encantó es aquella en la que Anna deja de temer, y le pide a Lucie (ya muerta), que siga ahí para ella, porque a partir de entonces los martirios (la tortura) se potencializarán, y necesitará de su ayuda para ausentarse y tratar de no sentir dolor, de no temer. Ésta, junto a la escena del beso, nos permiten comprender el por qué Anna logra llegar a la última etapa del martirio, de dónde sacó la fortaleza para ser capaz de comunicarle a la Mademoiselle qué hay después de la muerte.
La tercera escena genial es por supuesto la final, cuando la Maemoiselle se suicida en el baño, llevándose consigo el testimonio de Anna. Sin duda, lo que hay más allá de la muerte debe ser tan maravilloso, que la mujer decidió apresurar la partida. Nos deja entonces preguntándonos, ¿qué jodidos le dijo Anna?
Termina spoiler.

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